martes, 12 de abril de 2011

acero.

 


La voz de ambos se pierde
entre la gente que se mira
en la terraza metalica.

Nadie contesto al mensaje
que deje mientras caminaba
en el azul celular.

Pago la cuenta dos veces,
te acompaño a casa
con el paso cambiado
cojeando los versos de Lorca.

Desde la puerta del garaje al coche
se funden los amarillos y grises fluorescentes.

Mi paladar sabe a titanio,
mi boca endurece el cemento
gracias a la saliva fastasma de tu boca.
-gracias, muchas gracias. Te dije
apoyado en la verja
mientras el coche arrancaba.

1 comentario:

  1. Pues si nadie contesto al mensaje, es que lo mismo no había nadie al otro lado.
    Muchos besos!

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